domingo, 5 de agosto de 2012

Participar en una exposición.


PARTICIPAR EN UNA EXPOSICIÓN

La primera condición es que el perro pertenezca a una raza reconocida oficialmente y tenga pedigree.
El perro debe estar vacunado al día en su cartilla sanitaria y tenerla a mano para presentarla cuando se solicite.


La identificación, sea por tatuaje o microchip, es obligatoria. De la misma manera y dependiendo de la comunidad autónoma será obligatorio el seguro del perro según la raza.
Elegimos la exposición a la que queremos acudir, formalizamos la inscripción dentro del plazo prescrito rellenando el formulario y abonando la cantidad establecida. En el formulario, además de los datos del propietario, nombre, apellidos, dirección, teléfono; nos solicitaran los del perro (en el caso del nombre del perro, debemos poner el que figura en el Libro de Orígenes, no como le llamamos en casa), raza, sexo, color, número de Libro de Orígenes y clase donde va a participar.


NORMAS BÁSICAS

En primer lugar, para presentar un perro en un concurso o exposición es imprescindible que éste posea su libro de orígenes canino o pedigree. Hasta los 12 meses si no se tiene en mano poner en trámite, EN CASO DE NO TENERLO SE PODRÁ SOLICITAR UN RECONOCIMIENTO CANINO INICIAL (RRC) “A PARTIR DE LOS 6 MESES  DE EDAD

En segundo lugar, tener al día su cartilla de vacunación, especialmente de rabia.

En tercer lugar, inscribirlo, previo pago que no soliciten en el concurso o exposición; según el tipo de evento, la inscripción se podrá realizar en tiendas autorizadas o mediante trasferencia bancaria hasta el plazo límite.
Completados lo requisitos y presentes en el recinto donde se va a celebrar el evento, retiramos la documentación que lleva el número de dorsal, buscaremos cual es la pista, que se le llama “ring”, donde nos tocará salir. Estaremos pendientes del orden, es preferible estar preparado con el perro en la puerta de entrada a la pista cuando el comisario nos llame.
Entre otras cosas a tener en cuenta es la correa. Podemos llevar la correa que sea, pero cuando entremos a ring lo ideal es usar “correas de exposición”, El juez nos pedirá ver el interior de la boca del perro, para ello sentaremos al perro entre nuestras piernas y se la abriremos para que pueda examinarla sin riesgos.
Cada juez tiene su forma, unos ven primero a todos los perros juntos y luego hacen un examen individual; otros los hace moverse en grupo en última instancia, pero de cualquier manera el juez pedirá en algún momento que el perro ande en línea recta un trayecto de ida y vuelta, y que trace un circulo en movimiento más rápido; así mismo le pedirá que se mantenga un momento en estática, posado para observarlo.
En cualquiera de estas fases el perro deberá estar siempre visible para el juez, eso quiere decir que nuestras piernas no deben interrumpir la visión del perro, que éste debe permanecer de pié en todo momento y que debemos evitar sus intenciones de pelear con otros. Tampoco hay que salir con la mochila cargada a la espalda, el bolsillo lleno de monedas que suenan al correr y distraen al perro.
La cámara de fotos o el vídeo; debemos tener sólo una finalidad: concentrarnos en lo que estamos haciendo, lucir al perro al máximo.
Dentro de la pista no se puede hablar con los de fuera y mucho menos chillar para que llame al perro para que éste coloque las orejas en atención. Para conseguirlo por nuestros propios medios entrenaremos al perro en casa, porque está totalmente prohibido llamar al perro desde fuera; hay jueces que lo consienten, pero no se puede. Por ello, es mejor buscar algún truco para que se luzca bien sin tener que recurrir a las molestas llamadas desde fuera. Un juguete pequeño con pito suele ser lo más típico.


Cuando estamos dentro de la pista no debemos hablar con el juez, salvo que él nos pregunte; contarle la vida del perro puede traernos malas consecuencias, ya que el juez puede interpretar nuestras intenciones y pensar que se quiere interferir en sus juicios. Lo mejor es contestar sólo a lo que nos pregunte, que normalmente será la edad del perro y poco más. Si no estamos de acuerdo en la calificación obtenida, nos dirigiremos al comisario para preguntarle cuando podemos hablar con el juez y que nos la comente. Hay jueces que lo hacen al terminar una clase, otros cuando terminan los juicios de toda la raza; también depende de cómo vayan de horario y del tiempo con que cuente, pero si son abordados con educación, todos contestan a las dudas de los expositores.


Antes de salir de la pista, nos darán la calificación y en el caso de no hacerlo, preguntaremos al comisario. Puede que tengamos que volver a entrar en la pista, lo que quiere decir que has ganado y puede que no. En cualquier caso, si no lo tenemos claro, lo preguntamos, ya que si vamos ganando tenemos que salir sucesivamente a la pista, en caso de ser el mejor ejemplar de la raza, deberemos de presentarnos a la final, que normalmente es después.


El dorsal siempre hay que llevarlo a la vista del juez, y si ganamos, tenemos que salir otra vez, siempre hay que hacerlo con el dorsal. Este es intransferible, pertenece a un perro y no se puede cambiar.


Debemos retirar los premios que nos correspondan según la calificación obtenida antes de abandonar la exposición. En cada concurso o exposición pueden otorgar los premios que deseen, hasta el punto que en algunas dan un detalle sólo por participar. Los trofeos/premios que no son recogidos en el día del evento se pierden.


Sería recomendable acudir con anterioridad a ver otros eventos de la misma categoría para observar cómo se presentan los perros de nuestra raza, como van arreglados, como se posan, etc. Todos aprendemos de mirar y preguntar.


Por último, quede como quede, nos clasifique bien o mal, no olvidemos que nuestro perro es el mejor de nuestra casa, que lo queremos igual y que no hace falta que sea el más bello o más cercano al estándar de la raza para que nos llene de felicidad. A los concursos y exposiciones se debe ir a pasarlo bien y la deportividad nunca se debe perder; aparte, los juicios son personales y no siempre vamos a estar de acuerdo.


Tener en cuenta que el perro que hoy gana, mañana pierde sin dejar de ser el mismo.




LA ENTRADA A LA PISTA (RING)

La entrada a la pista es fundamental a la hora de exponer a nuestro perro debido a diferentes motivos.
Tengamos en cuenta que el comisario de ring no tiene obligación de llamar a los participantes; normalmente lo hace, pero es el expositor quien debe estar pendiente del orden de los juicios y estar preparado en la puerta de entrada.


En el momento que el juez comience a juzgar ya no se podrá entrar a la pista si no es sin su consentimiento; en el caso de que el juez ya haya hecho el examen individual de cada ejemplar, debería ser imposible entrar en la pista.


Para evitar juicios nulos y mayores complicaciones es preferible que si el juicio ha comenzado no se incluya ningún ejemplar más, especialmente en los juicios de raza. En las finales las cosas cambian un poco, ya que hay mayor número de perros y criadores que tienen ejemplares de diferente grupo, que deben de salir por un lado y tienen que entrar al mismo tiempo por el otro; por otra parte la megafonía a veces no es lo suficiente buena que debería ser. Por todo esto y porque no presentarse a la final del grupo significa perder el punto, se suele dejar pasar si el juez no ha terminado de hacer el examen individual de cada ejemplar, se entre discretamente y se coloque detrás del último participante. Por el contrario, siempre que no se altere mucho y el comisario lo indique, se coloca en la posición que le corresponda por número de catálogo.


Visto cuando se puede entrar para el juicio vamos a tratar como hacerlo. Es básico tener o trotar, según la raza, haciendo un triangulo y describiendo un círculo, sin pararse hasta que se lo indiquemos.


En un momento del juicio el juez ordena andar en grupo, normalmente en círculo. Es conveniente que el perro no salga corriendo y si el que va delante aminora la marcha, nosotros lo hagamos para no abalanzarnos sobre él. Hay quien ante esta situación amplia el círculo hacia fuera, de modo que queda patente que su perro se mueve mejor que el que va delante. También hay quien adelanta, esto está considerado de mala educación salvo que lo indique el juez. Es conveniente que observemos cómo lo hacen otros ejemplares de su raza antes de participar nosotros.


El perro debe saber posar, esto quiere decir permanecer inmóvil en una posición determinada que varía según la raza; en ocasiones es ayudado por el presentador y en otras no. En algunas razas el presentador debe mantener el rabo y para ello se coloca detrás de él de rodillas, en otras lo fundamental es que el perro permanezca en alerta y para ello el presentador no dudará en colocarse delante con algo que le llame la atención. Suele ser problemático ya que también depende del nerviosismo del perro y de la habilidad del presentador, pero siempre hay que tener en cuenta que lo importante es el perro, por ello lo fundamental es que se vea a él; el presentador existe sólo para que el perro se vea lo mejor posible, debe saber marcar las virtudes del perro y disimular sus defectos, no debe tener más presencia.


El perro, además de saber caminar y posar, tiene que dejarse abrir la boca, y si es un macho dejar tocar los testículos por el juez sin hacer extraños y con toda normalidad. Esto debemos entrenarlo con los amigos en casa, cada ven le puede un amigo abrir la boca, así no le parecería al perro extraño cuando lo haga el juez.
Desde el momento que entramos en la pista deberemos hacer lo que el juez nos mande, nos puede hacer ir y volver emparejados con otro participante; hay que andar paralelo de modo que el juez pueda observar al tiempo el movimiento del tren posterior de ambos perros, por eso hay que intentar andar a la par.


Cuando el juez indica ir y volver, se supone que el presentador sabe que es en línea recta y no en círculo. También hay que prestar atención al triángulo; éste se hace para ver al perro desde distintos ángulos. Primero se va en línea recta y diagonalmente hacia la esquina para que el juez pueda observar el posterior; luego se hará la parte más pequeña del triángulo, con lo que observará el lateral, y a continuación se regresa para completar el triángulo. Es importante que en esta segunda esquina nos fijemos donde está el juez y coloquemos al perro frente a él.


Este proceso se hace normalmente a trote, no andando ni corriendo, con un paso que permita ver bien el movimiento del perro; hay que usar el ritmo en el que el perro se sienta más a gusto   donde mejor se luzca.
Todo lo expuesto puede parecer muy complicado pero la realidad es que la mayoría de los perros que viven en una casa usan correa para salir a pasear, por esa parte pueden hacerlo. Posiblemente lo complicado sea que el dueño aprenda a posarlo, pero si siguen las pautas de otros expositores en unas pocas sesiones se puede conseguir.


No hay que llamar al perro desde fuera del ring. Hay que enseñarle a que se ponga alerta ante el olor de algo apetitoso o al ver u oír un pequeño sonido de algún juguete. Normalmente si se le llama de fuera, aparte de lo molesto que resulta, el perro se suele poner nervioso y es más difícil controlarlo.


En el ring, normalmente estará con otros perros, por lo cual no debe jugar ni pelear, para ello nada mejor que acostumbrarlo antes. Los perros que empiezan a participar desde cachorros lo asumen con toda la normalidad; en cambio, si empezamos con un perro adulto, cuando entremos en la pista mantendremos una distancia de seguridad con los demás participantes, debiendo estar mas atentos ya que no tiene porque llevarse bien con los que le rodean, aunque en el parque sea mas sociable con otros perros, esta situación es diferente y las reacciones pueden ser también distintas.


Siguiendo estas pautas no será muy complicado participar y hacerlo bastante bien; pero lo mejor sería acudir con anterioridad a otras exposiciones y observare el ring de la raza con la que vamos a participar.


No se entrar en el ring con el teléfono móvil, ni con bolso colgando, pero si debemos saber que si presentamos a un Yorkshire Terrier, además de hacerlo en unas condiciones de pelo espectaculares, encima de una caja roja y un lacito colocado de forma especial; si es un Bóxer, sólo tiene que estar atento a estirado, con las patas delanteras en paralelo y la cabeza alta, es cuestión de entrenarlo y paciencia.




LA CORREA Y EL COLLAR

Presentar bien al perro necesita un gran conocimiento. Entre múltiples detalles que debemos considerar está la correa adecuada.


El primer punto que se debe tener en cuenta es que la correa debe acompañar estéticamente al perro, ni tiene que ser muy vistoso ni dar la impresión de que le corta el cuello. Sin embargo, hay raza que lucen collares y correas muy vistosas, por ejemplo los presas canarios, los Mastines Tibetanos y los Akita Inu, entre otras, pero en la mayoría de los casos los portadores de estos vistosos elementos son ejemplares muy premiados y conocidos.


La verdadera función de la correa debe ser llevar cómodamente al perro al paso que nosotros queramos, por ello si el perro se siente incómodo es imposible que ande y se mueva como nosotros le indiquemos.
No sólo es importante el tipo de correa, sino también que sepamos utilizarlas. Las correas más utilizadas en raza pequeñas son las de tipo resco , que es un conjunto de collar y correa que lleva un tope para colocar con la medida de la cabeza de tal forma que podamos reducirla según nuestro deseo metiéndola en la mano sin que sobresalga y se vea.


Para perros expertos, muchos utilizan la llamada cinta de exposición, cuyo ancho se elige en función del tamaño del perro y que tiene las mismas características que al resco. En perros grandes que sepan presentarse lo normal es utilizar un collar de ahogo metálico fino y una correa también fina; si el perro no sabe presentarse, es mejor ponerle un collar algo más grueso, tanto por seguridad como porque al tirar del collar fino se lo clava y produce un efecto estético poco natural en la línea del cuello.


Para las razas que tienen mucho volumen y su manejo es complicado, normalmente se utilizan collares anchos de cuero tipo mastines, pero al colocarlos se tendrá la precaución las pieles dela papada por delante en el caso de que la raza deba tenerla.


Usemos el collar que usemos, no debemos estrenarlo en la exposición, el perro debe de estar acostumbrado antes a él. Los perros se condicionan con el collar a un tipo de movimiento, es decir, ellos salen de paseo con un collar y una correa y tienen un comportamiento y cuando trotan o se mueven en la pista lo hacen con otra diferente tiene otro comportamiento. Esto resulta muy útil, ya que el perro se condiciona a un comportamiento determinado en la pista y es más fácil de presentar.

No hay normativa al respecto, pero debemos de huir de collares coloridos, arneses, petrales y mucho más de correas extensibles, es poco profesional y muy engorroso.



El collar debe de acompañar al perro y debemos aprender a utilizarlo en beneficio del perro. Los profesionales llevan varias correas y collares; en la mayoría de los casos la correa a utilizar es del mismo color que el perro que presenta para que no destaque y utilizan preferentemente las correas finas sobre las anchas, siempre teniendo en cuenta que la seguridad es fundamental. No hay nada peor que no poder controlar al perro en la pista, por ello prima la seguridad sobre la estética.


Las correas que utilizan en el Bóxer, Dobermann y Rottweiler, fundamentalmente son de adiestramiento y tienen aproximadamente un metro y medio, esto sirve para posar al perro en atención. Aunque parezca muy fácil desde fuera, el manejo de estas correas requiere cierta destreza, especial mente porque las correas largas tienen su peligro cuando hemos increpado al perro para que se pose mirando al contrincante.


Hay que tener extremadamente cuidado para que se pueda escapar y tener algún accidente; además, si cambiamos el collar y le quitamos el ahogo, algo que se acostumbra a hacer, deberemos estar muy pendientes de que la cabeza no pueda salirse por él.


Como hemos visto, la elección de la correa y el collar es fundamental también a la hora de exponer a nuestro perro, por ello se recomienda una vez más que asistamos a las exposiciones o concursos a observar como llevan las correas los otros ejemplares y, además, comprobar con qué tipo de correa y collar se luce mejor el perro, así como la facilidad con la que nosotros lo manejamos.


Para los perros de peluquería recomendamos hablar con un buen profesional de la peluquería canina para irlo preparando para la exposición y no dejarlo para última hora, siempre es recomendable utilizar sprays de efecto final para antes de la entrada a ring, así como que el perro este en su mejor esplendor, no olvidemos que en la exposición la belleza es importantísima y muchas veces pequeños detalles hacen decantarse a un juez por un perro u otro.

Para los perros grandes y los no tan grandes es recomendable que el perro este tranquilo antes de entrar ,las jaulas y trasportines pueden mantenerlo no tan pendiente del resto de perros y más descansado al igual que será más cómodo para el presentador ,no olvides el bozal si piensas que tu perro se pondrá nervioso ,habrán muchos perros y se trata de pasarlo bien con nuestra adorada mascota, así que ponlo guapo y preséntalo en este tipo de eventos conocerás a gente como tú que tiene la misma afición ,novio para tu perrita ,novia para tu perrito, amigos, diferente razas caninas y muchísimas novedades para tu mascota ven, será un día diferente.








Fuente: http://www.decoracuarium.com

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