Tanto si le destinamos a las exposiciones, como si lo tenemos por el puro placer de su compañía, nuestro chow chow necesita unos cuidados cotidianos.
El estándar de la raza exige que el manto sea tupido, abundante recto, con el pelo de cobertura áspero y el pelaje interno lanoso.
No sera especialmente complicado mantener el pelo en buenas condiciones, si desde cachorro acostumbramos a nuestro perro a dejarse manipular y a cepillar cada día. De este modo, ademas de tener un perro sano y con buen aspecto evitaremos la circunstancia desagradable de ver como reacciona con agresividad con solo notar el contacto del cepillo en el cuerpo.
Por este motivo es importante acostumbrarle desde muy joven. Las primeras sesiones duraran unos pocos minutos, el tiempo justo para que se acostumbre a estar quieto en la mesa, hablándole con voz serena y tranquilizadora, y evitando los movimientos bruscos.
Para la conservación general del manto y para presentarlo en los rings, el chow chow debe ser lavado dos o tres veces por año o unos días antes de la exposición. El perro no debe bañarse durante el periodo de vacunacion ni mientas este digiriendo. No olvidemos ponerle unas bolitas de algodón en las orejas para evitar que el agua penetre en el conducto auditivo.
Utilizaremos un champú ligero diluido en agua tibia para poder extenderlo mejor.
Mojamos todo el cuerpo del animal y aplicamos el champú. Si tenemos la sospecha de que pueda tener parásitos, formaremos en torno al cuello un collar de espuma, y así les resultara mas difícil refugiarse en la cabeza. Frotaremos haciendo que la espuma penetre profundamente de manera que el pelo no se lave solo superficialmente. Repetimos la operación y lo enjuagamos para que no queden restos del champú.
Para secarlo lo cepillamos suavemente.
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