jueves, 14 de junio de 2012

La alimentación del cachorro.


El cachorro ha de permanecer con su madre al nacer un tiempo mínimo de 40 días, ya que durante ese periodo ella es su fuente de alimento, protección y educación.

En aquellos casos en los que las circunstancias impidan que la madre los amamante, se puede recurrir a otra perra, que hará las veces de nodriza. Por lo general, no tendrá problemas en aceptar al cachorro, y así se logra que su único alimento sea la leche materna. Esta leche es, sin duda, la más adecuada para transmitir los nutrientes necesarios y la inmunidad de defensa necesaria en al mundo exterior.
Siempre que sea posible, el tiempo de mamar se debe prolongar durante un mes o mes y medio. Dependerá del número de cachorros de la camada y de su tamaño. Una vez que van creciendo, la perra tiende a rechazarlos por el daño que sus pequeños dientes causan en la glándula mamaria.

El destete conviene realizarlo en fases, es decir, poco a poco. Primero se introducirá la leche especial para cachorros y las papillas de destete que ya existan en el mercado. Esto se realiza en los 20-25 primeros días de vida, aunque también depende del tamaño del cachorro, la producción láctea de la madre, e incluso de la raza. Las grandes toleran antes la ingestión de alimento sólido, pero en líneas generales, a los 50 díasdeben comenzar a comer pienso de cachorros como base de su alimentación, bien seco o remojado con leches maternizadas.
Muchos cachorros no precisan el empleo de leches especiales. Si la madre soporta bien la lactancia de toda la camada, conforme pasen los 30-35 primeros días, y dispongan de dientes y ganas de mordisquear, comenzarán a “robarle” a su madre bolitas de pienso (que deben ser también especiales de crecimiento para reponerse del gran desgaste que supone la gestación y lactancia).

La alimentación que a partir del destete le demos a nuestro cachorro debe ser formulada específicamente para él. No sirve hacer uso del pienso del perro adulto que ya había en casa o de la bolsa que el vecino nos regala porque su perro mayor está caprichoso.

Una buena alimentación en esta etapa marcará su crecimiento y su educación a la hora de alimentarse en años sucesivos.

Si a los niños se les altera el apetito con apenas una chuchería, también el perro dejará de querer comer su pienso e incluso de querer comer si le damos un trozo de jamón o una miga de pastel. Cualquier aporte extra en el alimento del cachorro debe ser prescrito por el veterinario o recomendado por el mismo.

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