lunes, 18 de junio de 2012

La primera noche con el cachorro.

Debemos prever que la primera noche de nuestro cachorro no será la más placentera. Llorará porque echa de menos a su madre y a sus hermanos y estará intranquilo porque todavía no le ha dado tiempo a asimilar que ese será en adelante su nuevo hogar. 

En las noches sucesivas la situación va mejorando, aunque probablemente ya no llorará, será inevitable que se despierte varias veces de madrugada por necesidades fisiológicas; sus inmaduros esfínteres no le permitirán una autonomía de más de 2 o 3 horas. 


En estas ocasiones el perrito querrá aprovechar la ocasión para venir a saludaros y porque no, a jugar un rato. Es importante que os mantengáis inflexibles y reprendáis esta conducta insistiendo con firmeza en la vuelta a su cama.


Afortunadamente esta es una etapa muy corta, en unas semanas podréis volver a descansar  normalmente y sin interrupciones. Los malos sueños no serán más que una anécdota para contar a los amigos.



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